Las albóndigas de Ternera Morucha y Cerdo Ibérico de Bellota FISAN ofrecen una combinación privilegiada de sabor y suavidad. No te las puedes perder.
La combinación de ternera y cerdo para preparar las albóndigas es un clásico de la cocina española. En Guijuelo tenemos el privilegio de poderlo hacer con dos de las mejores razas de vacuno y porcino del mundo. La ternera morucha y el cerdo ibérico de bellota.
La ternera morucha, que pasta todo el año en las dehesas que rodean nuestra población, es conocida por su bravura, tanto de carácter como de sabor. Del cerdo ibérico de bellota qué os vamos a decir… en esta ocasión buscamos en él su sabor y suavidad.
El proceso para preparar las albóndigas al estilo FISAN es el mismo que llevas haciendo toda la vida. En nuestro caso la mezcla base lleva, además de las carnes, ajo, perejil, pan del día anterior empapado en leche, sal, pimienta y granos de comino machacados (no molidos). Las hierbas y especias en cantidades moderadas para que no enmascaren los sabores de las carnes. Y como se ha hecho toda la vida se añaden todos los ingredientes en un bol para trabajarlos hasta que la masa tenga una textura uniforme.
El secreto de estas albóndigas está en las carnes que empleamos. De la ternera morucha le pediremos al carnicero que nos prepare 1/2 kilo de picada de la aguja. Esta parte de la ternera morucha resulta muy sabrosa y tiene una proporción de grasa ideal para esta receta (además es un corte de precio razonable). Lo mismo sucede con el cabecero de lomo ibérico de bellota, buen precio, sabor extraordinario y la suavidad que le confieren sus grasas acumuladas durante la montanera de bellota. Al carnicero le pediremos la misma cantidad de picada de cabecero de cerdo ibérico de bellota que de ternera y esa es la proporción que hay que emplear para este plato.
Una vez preparada la mezcla la dejamos reposar durante 20 minutos, le damos forma a las albóndigas, las enharinamos y las pasamos por abundante aceite muy caliente durante 3 minutos para que se sellen.
Así conseguimos una buena fuente de las protagonistas principales de varios platos: Cocinadas en una salsa española con sus patatas fritas caseras como siempre, en una salsa jardinera muy primaveral o, como acabaron las de la foto, en una impresionante fuente de espagueti con albóndigas en salsa de tomate. Un clásico para los domingos en familia de las “mammas” italianas.
¡Mamma mia che meraviglia!