Que del cerdo se aprovecha todo es algo que hasta el refranero popular tienen claro, y en ningún sitio como en Guijuelo se hace realidad esa máxima: aplicada al cerdo ibérico y a cada uno de sus derivados tradicionales, especialmente el Jamón.
De esa sabiduría popular, y sin contradicción ninguna con las tendencias nutricionales actuales, surgen usos insospechados de nuestro producto estrella. Hoy os presentamos una fórmula que nos permitirá dar uso a los largos “retales” de jamón muy curado que en ocasiones retiramos de la parte interior de la pata o paleta para permitirnos un corte más regular y sencillo.
Aquí en Guijuelo esos cortes alargados, de textura muy consistente y casi seca, tienen un consumidor que los espera como si de una golosina se tratara: los niños en edad de dentición. A nosotros de pequeños ya nos los reservaban nuestros padres y ahora lo hacemos nosotros con nuestros hijos. Se los damos desde pequeños, con la complicidad del pediatra, para que los mastiquen despacio, entreteniéndose como si de un caramelo se tratara. A los niños les encanta, y mientras lo disfrutan se endurezcan sus encías y se alivia el malestar que puedan sentir en las diferentes fases de la dentición.
No dejemos que las tradiciones se pierdan. Y menos si son tan convenientes. Cuando estés pidiendo tu Jamón Ibérico favorito, cuéntale este uso del jamón a tu charcutero. Le darás una buena idea para quedar bien con todos los niños de su clientela.